es único


Lo que hace el viaje único

Despertando el centro espiritual femeninoEl continente Abya Yala funciona como un cuerpo hermafrodita con su lado masculino al norte y su lado femenino al sur, ambos unidos por una delgada cintura. Cada hemisferio tiene su propio centro espiritual. En el caso masculino, se trata de Teotihuacán, en México; y en su lado femenino, es Tiahuanaco, en Bolivia. Hoy en día es imposible no sentir el llamado individual y colectivo para despertar y reactivar nuestro lado femenino. De la misma manera la tierra hace el llamado para visitar y activar su centro espiritual femenino. Este viaje es la respuesta a ese llamado.

Transformación personal. Viaje iniciático. Hoy en día tenemos disponibles distintas puertas para efectuar cambios profundos en nosotros mismos. Aunque todas son efectivas, Amauta Katari siente que la mejor manera de llevar a cabo transformaciones profundas es haciéndolo en los lugares de poder en lo profundo de la naturaleza. No es lo mismo asistir a un taller de fin de semana teniendo las preocupaciones de los pendientes de la semana entrante, que tomarse un mes entero para viajar lejos de nuestro lugar para realizar una serie de talleres y ceremonias en los lugares más poderosos y remotos del planeta. Esto es exactamente lo que Amauta Katari quiere ofrecer con este viaje: la mejor oportunidad para efectuar un cambio profundo y positivo en cada persona.

Búsqueda de visión. Usamos este nombre para describir las ceremonias de Achuma y Ayahuasca. Muchas personas están en la búsqueda del significado de sus vidas y su destino. Los talleres, la meditación y ejercicios como el yoga pueden ser muy útiles para lograr descubrir este significado. Aún así la llegada de visiones que cambien nuestra vida pueden tardar años en llegar. Es sabido que las plantas de poder pueden ayudar en lograr estas visiones y ser grandes maestros. Pero esto no siempre ocurre así. Hoy en día existen personas que se dedican a llevar plantas de poder desde sus lugares de origen a las grandes ciudades donde saben que existe gente interesada en probarla. Con buenas intenciones se efectúan ceremonias en las cuales muchos logran tener visiones y lecciones importantes para sus vidas. Pero muchos otros se quedan sin poder tener esa visión que tanto esperaban. En los peores casos los participantes se auto engañan y comienzan un camino que los lleva a la locura. Esto sucede porque el poder de las plantas no solo reside en las sustancias y la planta misma, sino en el lugar donde crece la planta. Por esta razón Amauta Katari recomienda que si usted piensa probar alguna planta de poder, que lo haga en los lugares donde crece, y preferiblemente bajo una ceremonia en la que se demuestre respeto y preparación para recibir la visión.

El viaje iniciático al corazón del sur es una buena oportunidad para viajar a los lugares donde existen dos de las más poderosas plantas medicinales de poder: El Achuma y el Ayahuasca.
            El  Achuma es un cacto de gran tamaño que crece a lo largo de la cordillera de los Andes. La ceremonia se efectúa en la Isla del Sol, al medio del lago Titicaca junto a la roca sagrada, lo que posiblemente sea el lugar más sagrado en todos los Andes; y es dirigida por un Aymara especializado en Achuma.
            La Ayahuasca es un bejuco que crece en algunas regiones de la Amazonía. La ceremonia de Ayahuasca se realizará junto al cerro Brujo, el centro espiritual de los grupos ayahuasqueros de la rama Tacana.-Araona; y la efectuará un Tacana especializado en Ayahuasca.


Sanación de cuerpo y alma. Estar en un camino espiritual no sólo significa recibir lecciones y sanación espiritual. También involucra la sanación del cuerpo. El viaje iniciático al corazón del sur es una experiencia de sanación integral en la que el cuerpo no se queda fuera. Aquí es donde entra el curandero Kayawalla Mario. Él le dará a cada uno de los participantes una cita en la que diagnosticará los padecimientos tanto espirituales como físicos. Los días siguientes que viajemos a su comunidad, aplicará los tratamientos necesarios que incluye sanar el cuerpo con plantas medicinales, lavar el cuerpo de toda mala suerte y energía con un baño ritual y llamar la atención de los espíritus de las montañas con una ostentosa ofrenda para que otorguen buena suerte y buena salud.

Viaje de aventura y naturaleza.  El atractivo de este viaje no son solo la transformación personal y la sanación. También es el conocer las maravillas naturales y culturales que tiene para ofrecer Bolivia. Los lugares elegidos por el Amauta Katari para realizar las sanaciones y talleres se ubican en reservorios naturales en lo profundo de la naturaleza que difícilmente se podrían conocer en un viaje de turismo convencional o viajando independientemente a Bolivia. Los integrantes de este viaje podrán penetrar en lo más profundo y desconocido de la naturaleza de los Andes y el bosque amazónico, además de acercarse íntimamente a comprender las culturas vivas de Bolivia.

Equilibrio y perfección en la operación turística. Las exigencias físicas y espirituales están perfectamente balanceadas con tiempo de descanso y comodidad. Todos los aspectos físicos están considerados, como es no hacer demasiadas actividades físicas los primeros días de llegada a la altura y proporcionar alimentos ricos en proteínas para la misma. En la Amazonía un hotel con piscina nos ayudará a reponernos del intenso calor y las comidas son más ricas en vitaminas y azúcares. Después de cada inmersión en la naturaleza y de ceremonias importantes, existen días enteros para meditar, contemplar, descansar y reponerse energéticamente con la comodidad de los hoteles y de buenas comidas. En las expediciones a la selva el equipo de guías nativos y cocineras se encargarán de mantenernos cómodos y bien comidos aunque estemos en lo profundo de la naturaleza.

En beneficio a la comunidad indígena. Los recursos económicos generados por el viaje se reparten equitativamente entre los trabajadores que participan en él, cuya mayoría son de origen indígena. Las comunidades indígenas que visitamos reciben una aportación económica. Practicar la espiritualidad y cultura indígena con el turismo incentiva y fortalece los valores culturales y espirituales de las personas, comunidades y grupos indígenas que visitamos